Sin duda uno de los deportes o ejercicios que más de moda se está poniendo en estos últimos años es el “running”, es decir, correr. Cada vez más personas son conscientes de todas las ventajas que tiene hacer este deporte frente a otros que también son muy populares.
En primer lugar, es algo barato ya que no tienes por qué apuntarte a ningún gimnasio, basta con ponerte unas deportivas cómodas y salir a la calle durante un par de horas. Y, sobre todo, no tienes que ajustarte a ningún tipo de horario ya que puedes hacerlo en cualquier momento.
Puede que por eso cada vez más gente lo elija como deporte favorito para intentar perder peso, y como queremos ayudarte en tu objetivo, en este artículo queremos contarte 8 consejos sobre cómo adelgazar corriendo.
Utiliza las nuevas tecnologías
Aunque, como ya hemos comentado, es un deporte barato en el que tan solo hace falta ropa cómoda y unas buenas deportivas, hoy en día tenemos a nuestra disposición cientos de aparatos diferentes que nos ayudan a conseguir todos nuestros objetivos.
Entre ellos podemos encontrar pulsómetros o pulseras de entrenamiento, pero también apps para correr, las cuales puedes controlar desde tu propio dispositivo móvil.
Desde luego no son algo imprescindible, pero sí son aparatos y aplicaciones que nos pueden ayudar a comprobar si lo estamos haciendo bien y si estamos mejorando poco a poco, o si por el contrario deberíamos salir a entrenar más a menudo o cambiar nuestro método de entrenamiento.
Gracias a ellos, perder peso corriendo seguro que es una tarea mucho más sencilla porque vas a tener un control directo sobre la distancia que corres, la velocidad, e incluso sobre las calorías que has conseguido quemar en una sesión de running. Además, gracias a que son aparatos que se han vuelto muy populares, los hay de todos los precios y aptos para cada bolsillo.
Cambia tu ruta
Al principio, cuando se empieza a correr por primera vez, lo normal es establecer una ruta con la que te sientes cómodo o que por algún motivo te parece que es la perfecta para ti. Quizá tus razones sean que se encuentra cerca de tu casa, que la ruta sea bonita, o que simplemente está poco transitada y te sientes cómodo en ella.
Sin embargo, cuando va pasando el tiempo, puede que te vayas acostumbrando a ella, si esto ocurre, una muy buena opción es ir cambiándola. Este consejo no solo va enfocado a que no te aburras haciendo ejercicio, si no que de esta manera tu cuerpo no se va a acostumbrar a hacer siempre el mismo tipo de ejercicio.
Lo mejor es que empieces por una ruta que sea siempre en terreno llano, sin pendientes ni cuestas, algo sencillo para poco a poco ir intentando correr en terrenos que te parezcan algo más complicados o exigentes.
Ve variando la intensidad
Este consejo tiene mucho que ver con el anterior, con intentar no aburrirte con la ruta que haces de manera habitual, ya que no solo tu cerebro se cansa de hacer siempre lo mismo, si no que tu cuerpo cada vez se sentirá más cómodo haciendo una carrera determinada, y dejará de ser tan efectiva para perder peso.
Si quieres evitar esto, lo mejor es que vayas variando la intensidad, en un primer momento quizá quieras empezar con algo sencillo, un terreno regular y en el que no tengas que esforzarte demasiado, pero poco a poco lo mejor es que vayas cambiando esto y que intentes ir por zonas con cuestas o pendientes, e incluso si te sientes con ganas puedes intentar saltar obstáculos.
Esto no significa que siempre tengas que aumentar la intensidad, ya que lo que debes hacer es variarla cada cierto tiempo. Quizá lleves varios días siendo muy exigente contigo mismo y prefieras tener un día de entrenamiento suave en el que vuelvas a tu ruta cómoda, esto también es algo beneficioso ya que dejas descansar a los músculos, pero sin parar de ejercitarte.
Además, se ha demostrado que podemos seguir perdiendo calorías una vez hemos dejado de hacer ejercicio. Esto ocurre si hemos hecho un entrenamiento muy fuerte, aunque no haya durado demasiado tiempo, por eso a veces lo más importante no es el tiempo, si no la intensidad con la que ejercitas.
Corre acompañado
Cuando queremos empezar a correr desde 0, o simplemente cuando queremos empezar a correr para perder peso y para sentimos sanos, uno de los principales motivos por los que acabamos abandonando y volviendo a nuestros hábitos sedentarios, es sin duda que el ejercicio nos aburre y no encontramos una motivación que nos ayude.
En estos casos podemos intentar contar con la ayuda de alguna persona con la que lo pasemos bien y con la que nos sintamos a gusto. Quizá sea tu pareja, un amigo o simplemente un familiar que también esté intentando perder peso corriendo.
No solo te vas a sentir mejor corriendo con alguien al lado que te anima y que te ayuda a seguir, si no que os podéis obligar a salir a correr el uno al otro. Puede que un día te sientas más perezoso pero que tu acompañante te dé la motivación que necesitas para levantarte y salir a hacer una carrera.
Incluso puede surgir una competencia amistosa en la que los dos queráis ser el mejor y correr más rápido que el otro, este es un gran empujón para superarte a ti mismo.
Sigue una dieta sana
Hay personas que quieren comenzar a perder peso y a intentar llevar una vida más sana gracias al ejercicio, pero que no se dan cuenta de que tan solo con eso no es suficiente, y que deben intentar hacer también un esfuerzo cuando estén en casa.
Si el objetivo principal es quitarte esos kilos de más, no va a servir de nada con correr todos los días de la semana si luego vas a llegar a casa y vas a prepararte una comida rica en grasa que te devuelva todas esas calorías que con tanto esfuerzo habías perdido.
Por ello intenta siempre acompañar al ejercicio de una dieta lo más sana posible, una dieta baja en calorías, pero que a la vez te vaya a dar la energía necesaria para poder salir a correr sin agotarte y sin poner en peligro tu salud.
Ten en cuenta que en tu dieta deben estar presentes alimentos que ayuden a tus huesos y ricos en potasio para evitar tirones y posibles lesiones.
Haz ejercicio a diario
Otro de los errores que se cometen muy a menudo cuando hablamos de hacer ejercicio y de correr, es el que empezar con muchas ganas el primer día, pero poco a poco ir perdiendo interés y acabar por dejarlo o por correr tan solo una vez a la semana.
Cambiar un hábito puede ser algo tremendamente complicado ya que hay personas que están durante años llevando una vida sedentaria y sin pensar si quiera en cambiar, y de repente intentan de un día para otro salir todos los días a correr sin que les resulte un gran esfuerzo.
Evidentemente eso no ocurre en la vida real, cuando queremos cambiar algo que llevamos tantos años haciendo, nos va a costar mucho y nos va a suponer al principio un gran esfuerzo, pero es necesario tener fuerza de voluntad y salir a correr día tras día.
Solo de ese modo vamos a conseguir cambiar totalmente de hábitos, convirtiéndonos en la persona que queremos ser, personas activas y sanas que salen a correr todos los días.
Haz rutas que te gusten
Como ya hemos comentado anteriormente, normalmente cuando alguien empieza por primera vez a salir a la calle a correr, elige una ruta que le parezca cómoda porque se encuentra cerca de su casa o porque le parece relativamente sencilla.
Esto es algo muy normal, pero tampoco debemos perder de vista que salir a correr todos los días nos va a costar bastante, sobre todo al principio, y por ello algo en lo que siempre tenemos que fijarnos es que sea una ruta que nos guste.
Las zonas preferidas normalmente son aquellas en las que hay zonas verdes, como por ejemplo un parque grande. De ese modo vamos a tener la sensación de que estamos haciendo algo sano y con lo que además nos sentimos cómodos y a gusto. Incluso aunque cambies de ruta de vez en cuando, intenta que siempre sea una que te motive a continuar.
Concédete pequeñas recompensas
Por último, no olvides que estás haciendo algo bueno por tu salud, estás intentando adelgazar corriendo, teniendo fuerza de voluntad. Es algo que sin duda se merece una pequeña recompensa de vez en cuando.
No nos referimos a que nada más llegar a casa te comas un gran dulce con el que recuperes las calorías que has perdido, pero sí que te puedes permitir el lujo de irte una vez cada dos semanas a cenar a un sitio que te gusta, o simplemente darte un capricho que no te dabas desde hace mucho tiempo.
Seguro que de este modo te vuelves a sentir motivado para continuar haciendo ejercicio todos los días.

¡Buenas! Soy Marina, autora de este blog e incansable “probadora” de dietas (¡qué remedio!). He probado todo tipo de métodos para adelgazar, tanto buenos como malos, y comparto todo lo que sé sobre ellos en este blog.
Tengo 26 años y un hijo, pero la gente me dice que sigue pareciendo que tengo 18. ¿Quieres saber cómo? Te invito a que leas mi historia y lo descubras.
Tabla de contenidos