¿Cómo mantener una alimentación saludable?

Consejos prácticos para mantener una alimentación saludable Frutas, verduras y hortalizas Comer al menos 400 g, o cinco porciones de frutas y verduras al día reduce el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles (2) y ayuda a garantizar una ingesta diaria suficiente de fibra dietética.

Actualmente, el estilo de vida de las personas se ve influenciado por la oferta de alimentos, entre los que destacan los poco saludables. Esto se refleja en los datos nutricionales, que según los últimos estudios, reflejan una mayor presencia de grasas, azúcares y sal en los alimentos habituales. Por esta razón, cada vez son más las personas que intentan poner límites para reducir su consumo de alimentos poco saludables. A continuación, analizaremos cuáles son las mejores formas de conseguir disminuir el consumo de este tipo de alimentos.

Analiza los alimentos que consumes

 

Uno de los primeros consejos para conseguir reducir el consumo de alimentos poco saludables consiste en evaluar qué alimentos consumes habitualmente. Si cada día ingieres las mismas comidas, es importante que prestes atención a los componentes nutricionales. Verifica que no contengan exceso de grasas, azúcar o sodio. Igualmente, es importante que realices una diferenciación entre los alimentos básicos de los empaques. En este último grupo se agrupan los alimentos procesados como harinas, frituras o galletas.

Incluye más alimentos frescos

 

Una de la opciones más efectivas para reducir el consumo de alimentos poco saludables consiste en reemplazarlos por alimentos frescos. Estos alimentos incluyen frutas, verduras, huevos, carnes magras, frijoles, nueces y semillas, entre otros. De esta forma, podemos obtener un mayor aporte nutricional, algo que los alimentos procesados pueden llegar a no tener.

Prepara los alimentos de forma adecuada

 

Una vez que hayas conseguido analizar los alimentos que consumes habitualmente y los hayas reemplazado por alimentos frescos, es importante que aprendas a cocinarlos de forma saludable. Por ejemplo, hay que intentar reducir alimentos fritos o empanizados y preparar los alimentos cocidos al vapor, asados o hervidos. También se recomienda usar especias para sazonar, en lugar de usar exceso de sal, así como acompañar con salsas sin grasas. De esta forma, obtendremos platos saludables y ricos en nutrientes.

Sé consciente de tu estilo de vida

 

Por último, para reducir el consumo de alimentos poco saludables, es importante que prestemos atención al estilo de vida que llevamos. Una vida sedentaria conlleva un mayor aporte calórico, por lo tanto, se necesita disminuir los alimentos que supongan un alto aporte calórico. A su vez, intentar balancear la alimentación con actividad física, ofrece mejores resultados a medio y largo plazo.

En definitiva, el consumo de alimentos poco saludables puede disminuir de forma natural si prestamos atención a los alimentos que componemos nuestra dieta, reemplazamos los alimentos procesados por alimentos frescos más saludables y nos comprometemos a un estilo de vida más activo. De esta forma, nuestro cuerpo recibirá los nutrientes necesarios para mejorar su rendimiento y tener una vida saludable.

Reemplazar los alimentos no saludables

Una opción para reducir el consumo de alimentos poco saludables es remplazarlos por alimentos más naturales y saludables. Por ejemplo, si tomamos un refresco regular, podemos optar por una bebida hecha con frutas naturales. Si comemos snacks, como papa frita, podemos cambiarlos por bocadillos hechos con frutos secos. Muchas veces lo que hace al alimento poco saludable no es la comida en sí, sino los procesos a los que es sometida. Por lo tanto, si las vendemos por alimentos que contengan ingredientes de calidad, notaremos la diferencia.

Desarrollar nuevos hábitos

Además del reemplazar los alimentos poco saludables, es importante tener en cuenta los hábitos de alimentación que tenemos. Por ejemplo, debemos tratar de buscar nuevas alternativas para los momentos en los que generalmente suelen ser nuestra peor enemiga. Habitualmente nos alcanza con tener siempre opciones saludables cerca para evitar así el consumo de alimentos poco saludables. Por ejemplo, es recomendable no dejar de tener en casa semillas como chía, pipas de calabaza, avena y otros alimentos saludables, para consumirlos en vez de alimentos procesados.

Consumir productos frescos

Otra forma de evitar el consumo excesivo de alimentos poco saludables es incluyendo más productos frescos en nuestra alimentación. Estos alimentos son ricos en nutrientes y minerales que van a mejorar nuestra salud. Además, a la larga nos van a permitir ahorrar, porque suelen ser más baratos. Los productos frescos, como fruitas, verduras y legumbres, tienen una gran cantidad de variedades, por ende, nunca nos aburriremos al elegirlos. Además, suelen ser fáciles de preparar y nos obsequian sabores únicos.

Planificar la alimentación

Para reducir el consumo de alimentos poco saludables, también es recomendable planificar la alimentación. Esto va a permitir ahorrar tiempo y esfuerzo, además, nos evitará caer en la tentación de elegir alimentos que no nos ayudarán a mantener nuestra salud. Es recomendable dedicar cierto tiempo a la planificación de la alimentación, al menos un día antes de iniciar la preparación de nuestras comidas. De esta manera podremos asegurar que tenemos los alimentos necesarios, sin necesidad de recurrir a alimentos procesados.

Complete los nutrientes con suplementos

Muchos alimentos poco saludables no nos proveen de la cantidad de nutrientes necesarios para ser saludables. Por lo tanto, es importante complementar nuestra dieta con suplementos. Esto depende en gran medida la edad, género, actividad física, estilo de vida y otros factores. Para decidir cuales suplementos necesitamos, podemos recurrir a la opinión de un experto y ser guiados por sus consejos.

Estadísticas y conclusiones

De acuerdo a un estudio realizado en el Reino Unido, el 46% de los encuestados manifestaron haber reducido su consumo de alimento poco saludable desde el inicio de la COVID-19, el 44% porcentaje afirmaron que cambiaron sus hábitos alimenticios y el 43% dijeron que coincidieron con muchas de las recomendaciones de los especialistas para mejorar su salud. Estas cifras se deben a que, durante la pandemia, aumento la preocupación por la salud.

En conclusión, disminuir el consumo de alimentos poco saludables no sólo tiene beneficios para la salud, sino también para el bienestar general. Podemos lograr esto si planificamos nuestra alimentación, buscamos nuevos hábitos, reemplazamos los alimentos poco saludables por otros más naturales y completamos los nutrientes con suplementos, tal como lo recomiendan muchos expertos. Planificación, reemplazo, productos frescos y suplementos son las claves para reducir el consumo de alimentos poco saludables.

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