Introducción

Las vacaciones son la época del año en la que solíamos caer en malos hábitos de alimentación. Las restricciones atenazantes no nos permiten disfrutar del mejor aperitivo que nos ofrece la vida: una alimentación saludable. Se pueden comprometer los hábitos alimenticios conocidos y afrontar nuevos retos en los platos a disfrutar sin descuidar lo que predecimos será un futuro mejor para la salud.

Planea tus comidas

En primer lugar es importante mantener una cierta organización con las comidas. Hacer una planificación de todas las comidas evitará ceder a la tentación del segundo plato. Establécete horarios para comer, procurando que los tiempos entre comidas no sean muy largos para no sentirse hambriento. Se recomienda evitar comer comida basura en plazas turísticas.

Cocina sin miedo

Lo mejor es sin duda prepararse su propia comida, con alimentos frescos y sanos. Esto no debe de ser un gran reto si cuentas con la seguridad de descubrimiento de nuevos productos aprendiendo en los pequeños mercados locales. Si tienes algo de experiencia cocinando, dediques tiempo para investigar y aprender los platos típicos de la zona, así como los distintos sabores de sus productos como frutas, verduras, panes, pescado, carnes y demás. De esta forma tendrás la seguridad de tener alimentos saludables.

Come de todo

Uno de los peores consejos que podemos recibir cuando salimos de vacaciones es “sólo come frutas y verduras”. Esto, aparte de aburrido, es contraproducente para nuestra salud. Comer de todo, incluyendo carbohidratos, grasas, carnes y lácteos, es imprescindible para que la nutrición sea totalmente completa.

Restringe el alcohol

Es importante recordar que el exceso de alcohol no sólo es dañino para la salud, también destruye el tejido hepático, sino que su contenido calórico es mucho mayor de lo que imaginamos.

Come poca cantidad

Durante la comida es importante no pasarse con la cantidad, especie cuando presentamos un horario con menor cantidad de comidas. Lejos de tratar de llenar el estómago, comer con moderación va de la mano con el disfrutar más del plato.

Conclusión

Comer sano en vacaciones es una meta asequible para muchas personas, siempre con los principios en la organización de horarios y comidas, el descubrimiento de nuevos alimentos y comidas saludables de la región, el equilibrio en los alimentos ingeridos y el restringir el consumo de alcohol vamos a alcanzar los objetivos de comer saludablemente. Es el compromiso y la fuerza de voluntad la que nos ayudará a mantener la nutrición.
 
En España hay 2,4 millones de personas con obesidad que deben recibir tratamiento para sus hábitos alimenticios para mantener una buena salud. La alimentación saludable es un método eficaz para prevenir cualquier enfermedad.

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