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El número de bacterias que contiene tu organismo es muy superior al número de células que residen en él. En un principio, esto puede ser alarmante, pero no tienes nada que temer ya que la mayoría de estas bacterias son totalmente inofensivas y no te harán ningún tipo de daño.

Entonces, ¿Por qué están ahí? Según los últimos estudios, las bacterías pueden ayudar a tener una buena digestión.

yogur

Por ese motivo, tener el número adecuado de bacterías en tu cuerpo es totalmente positivo para la salud. Tener una función inmune mejorada, una piel con un mejor aspecto, perder peso o reducir el riesgo de padecer enfermedades graves son otras de las características que presentan estos pequeños organismos que se alojan, principalmente, en los intestinos.

¿Cómo conseguir alimentos ricos en probióticos?

Encontrar comida probiótica puede parecer complicado pero, realmente, es bastante sencillo. Los probióticos se pueden encontrar tanto en alimentos como en suplementos, todo depende de cómo quieras consumirlos.

La cuestión es que es muy sencillo llegar a este tipo de alimentos y por ello vamos a conocer 15 alimentos probióticos naturales.

Alimentos ricos en probióticos

El yogur

El yogur es un alimento realizado a base de leche fermentada, por lo que es uno de los alimentos ricos en probióticos. Esto se debe a que la leche es fermentada con bacterias, especialmente con bacterias del ácido láctico y bifidobacterias. Eso sí, no todos son yogures probióticos, en algunos de ellos las bacterias vivas han sido eliminadas en el proceso.

Es por ese motivo por el cual es muy importante que llegues a escoger un yogur con cultivos vivos o activos para así poder beneficiarte de todas las propiedades que ofrece. Se sabe que tomar yogur a diario aporta múltiples beneficios para la salud, así que añadir esta característica le dará aún más beneficios en el día a día.

El kefir

El kefir es una bebida que se realiza con leche fermentada. Para su fabricación, se le añaden granos de kefir a la leche de vaca para aportarle estas propiedades probióticas. El kefir no son solo granos de cereales, sino que se trata de cultivos de bacterias lácticas y levaduras, por lo que es uno de los alimentos ricos en probióticos que podemos encontrar en el mercado.

La palabra kefir proviene de ‘Keyif‘, una palabra de origen turco que significa sentirse bien, y es por este motivo por el cual los especialistas en nutrición recomiendan encarecidamente su consumo. Algunos estudios realizados afirman que el kefir es incluso mejor que el yogur ya que posee varias cepas de bacterías y levaduras muy beneficiosas para la salud.

El chucrut

Uno de los alimentos más antiguos y tradicionales es el chucrut. Se trata de una col picada que se ha fermentado por bacterías de ácido láctico y que se suele usar como guarnición de un plato.

El sabor que proporciona el chucrut es ideal para combinarlo con carnes a la parrilla.

Además, es un alimento que puede ser almacenado durante meses, por lo que no tendrás ningún tipo de problema si lo dejas varias semanas guardado.

Pero no solo es un alimento probiótico, el chucrut también es rico en fibra y en diferentes tipos de vitamina como la C, la B y la K. El hierro, el magnesio y el sodio también están presentes en la composición de este tipo de col picada.

Eso sí, a la hora de comprarlo es importante que te asegures que no ha sido pasteurizado ya que en este tipo de proceso se eliminan las bacterias vivas y activas.

El tempeh

Los productos de soja fermentada, como el tempeh, son ideales para consumir como alimentos probióticos naturales que te ayudarán a tener un sistema inmunológico inmejorable.

La forma que se le da al tempeh es muy similar a la de la hamburguesa y su sabor es parecido al de las nueces, por lo que es un alimento que, además de proporcionar una gran multitud de beneficios, te dejará un buen sabor de boca.

Es un alimento rico en proteínas muy popular en Indonesia que se usa como sustitutivo de la carne en todo el mundo, especialmente por la comunidad vegetariana.

El proceso de fermantación al que se somete la soja hace que se reduzca considerablemente la cantidad de ácido fítico que contiene este alimento por lo que la absorción de minerales será mucho más sencilla para el sistema digestivo.

El kimchi

La comida fermentada es muy popular en Corea y por ello el kimchi es uno de los platos más populares en todo el país. Se trata de un plato picante cuyo ingrediente principal es la col y en el que se usan muchos tipos de condimentos, como el ajo, el chile o el jengibre, para darle ese gusto picante y sabroso.

El kimchi contiene bacterias de tipo ácido lácticas que te ayudarán a tener una correcta digestión, a pesar de ser un plato picante. Además, este rico plato coreano proporciona también vitaminas y minerales como la vitamina B2 o la vitamina K.

El miso

De la fermentación que se realiza de la soja con sal y el hongo koji surge el miso, un condimento de origen japonés muy usado en los desayunos y en las sopas. El miso también puede originarse de la combinación de la cebada, el arroz y el centeno, aunque la fermentación de la soja con el koji es lo más habitual.

Además de ser uno de los alimentos ricos en probióticos, el miso también proporciona proteínas y fibra. Tiene un alto contenido en vitaminas, minerales y algunos fitonutrientes como el magnesio, el cobre o la vitamina K.

Un reciente estudio ha confirmado que consumir de forma regular una sopa de miso puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama muy drásticamente.

El kombucha

Al igual que el resto de comida probiótica, el kombucha es un té fermentado por un conjunto de bacterias y levaduras buenas, muy beneficiosas para el organismo. Este té se está expandiendo poco a poco por todo el mundo, aunque su consumo más grande se produce en los países de Asia.

El color del té kombucha puede ser o bien de color negro o de color verde y muchas personas lo usan como sustitutivo del alcohol debido a su sabor tan fuerte y tan característico, especialmente las personas que llevan una dieta crudivegana.

Los pepinillos

Uno de los alimentos probióticos naturales son los pepinillos que se han conservado en una solución hecha con sal y agua.

Estos son los típicos pepinillos con un sabor a vinagre que encontramos en todos los supermercados y que son muy populares entre los jóvenes. ¿Quién no ha comido un sándwich hecho con pepinillos y mayonesa?

Para hacer esta comida probiótica, los pepinillos se dejan fermentar durante un largo período de tiempo usando sus propias bacterias de ácido láctico.

Es en este proceso cuando consiguen este sabor tan caracteristico y pasan a ser una gran fuente de bacterias probióticas sanas que ayudan a mejorar la salud.

El suero de leche

El suero de leche es una variedad de bebida láctea fermentada que aporta muchos beneficios gracias a su característica probiótica.

Eso sí, debes tener en cuenta que existen dos tipos de sueros de leche, los tradicionales y los cultivados y que solo los primeros son los que contienen probióticos.

Los sueros de leche cultivados son los que se suelen encontrar en las grandes superficies y no tienen beneficios probióticos.

También contiene varias vitaminas y minerales de gran importancia como, por ejemplo, la vitamina B12, el calcio y el fósforo. El suero de leche es un alimento probiótico bajo en calorías.

El natto

Al igual que el tempeh y el miso, el natto es otro de los productos realizados de soja fermentada y contiene una cepa bacteriana conocida como Bacillus subtilis.

Tiene un olor muy caracteristico y una textura viscosa, lo que hace que sea un alimento ideal para mezclar con arroz y tomarlo en el desayuno, de hecho, el natto es uno de los ingredientes basicos en la cocina japonesa.

Un estudio realizado con personas pertenecientes a la tercera edad ha concluido que consumir natto de forma regular les ayudaba a mejorar la salud de los huesos por su alto contenido en vitamina K2.

Después de este descubrimiento, los investigadores se dedicaron a analizar el natto y han llegado a la conclusión de que el natto puede ayudar a prevenir la osteoporosis.

Los quesos

El queso suele ser un alimento rico en nutrientes como, por ejemplo, la proteína o la vitamina B12. Es por ello por lo que se recomienda su consumo de forma habitual.

Además, los quesos, al ser fermentados, suelen ser ricos en probióticos ya que las bacterias buenas pueden sobrevivir a la perfección al envejecimiento de algunos tipos de quesos como el Gouda o el queso cottage.

Eso sí, es importante comprobar en la etiqueta de todos los quesos que contienen cultivos vivos y activos ya que, sino los contienen, no podemos considerar que sean alimentos ricos en probióticos a pesar de estar fermentados.

El chocolate negro

Aunque es un alimento que debe consumirse con moderación debido a su alto contenido en grasas, el chocolate negro es un producto probiótico natural muy saludable y apto para todo tipo de dietas, incluídas las dietas veganas y crudiveganas al no estar realizado por productos animales.

El chocolate negro es perfecto para tomarlo acompañando al café o a un yogur probiótico ya que, de esta forma, se podrá complementar perfectamente.

La espirulina

La espirulina es una de las algas más conocidas en todo el mundo con un color verde-azul muy característico y está repleta de bacterias buenas que te ayudan a mejorar el organismo y que, además, ayudan a perder peso.

Es cierto que, en principio, puede resultar un poco complicada de usar pero realmente es una comida probiótica que puede ser usada en diferentes platos.

Se puede añadir seca o fresca, como si fuese un vegetal, a la ensaladas o bien puedes hacerte un batido de espirulina tras el entrenamiento diario. La sopa de algas con espirulina también es apta.

Las aceitunas

Si quieres consumir un probiótico natural no hay nada mejor que añadir unas aceitunas naturales a la ensalada de hierbas frescas y espirulina.

Es una comida probiótica muy sana aunque, como siempre, se debe consumir con moderación para no añadir kilos de más ya que las aceitunas son muy ricas en grasas buenas, al igual que el aceite de oliva.

Ya sea como aperitivo o como parte de la comida, las aceitunas, u olivas como se les conoce en muchos lugares, son muy recomendadas para obtener los nutrientes que necesita el cuerpo humano cada día.

Las microalgas

Las algas están consideradas como los vegetales del mar y por ello están catalogadas como súperalimentos debido a su alto valor nutricional. Las microalgas son alimentos probióticos naturales que añaden una cantidad considerable de bacterias buenas al organismo como, por ejemplo, las bifidobacterias. Es por ello por lo que están muy bien posicionadas en los fogones de todos los cocineros del mundo, en especial de los fogones japoneses.

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